Cuando decides dar el paso y acudir por primera vez a un escape room, es normal que surjan bastantes dudas. Contestarlas es fundamental para poder afrontar la aventura con ganas e ilusión. Tanto si es la primera vez que vas a una sala de escape como si ya has estado antes, las sensaciones que despierta un escape room no son nunca iguales.
Consejos para superar tu primer escape room
Es muy común preguntarse: “¿cómo puedo superar cada desafío?”. Pues bien, no te preocupes, porque en Yaebi tenemos muchísima experiencia gestionando diferentes emociones. Hay una cosa que es cierta: La incertidumbre y el nerviosismo está siempre que vamos a entrar en una sala. Eso seguro. Sin embargo, hay sensaciones únicas que no se olvidan.
Sensaciones que se despiertan en un escape room
Si vas a probar tu escape room en Madrid por primera vez, te vamos a dejar una cosa muy clara: te va a encantar. Tanto si llegas a salir de la sala como si no, debes recordar que es un juego y que la finalidad primera es pasarlo bien con la gente con la que acudes.
Ahora bien, dejando esto a un lado, siempre tendrás una sensación de incertidumbre: ¿será muy complicado? ¿Estaré a la altura? ¿Es un juego divertido? No te preocupes, cuando aparezca nuestro Game Master, empezarás a sentir un poco de nervios. ¡Pero presta atención! La información que te proporcionen será importante. Sentirás cómo la adrenalina se dispara.
¡Llega el momento de entrar en la sala! No te preocupes, seguro que va a ir genial. Con la adrenalina al máximo, la mente comienza a trabajar más rápido y nuestra vida comienza a girar en torno a la búsqueda de pruebas. Tus habilidades se potencian y de forma inconsciente empezamos a asumir el papel, tanto si es de líder como si no. Según va pasando el tiempo, la tensión se puede palpar. Por eso, es importante intentar estar tranquilos.
Es posible que discutas con alguien del grupo según vemos que queda poco para que se acabe el tiempo. ¡¡Calma!!
No hay nada comparable como la felicidad y satisfacción de salir de la sala cuando no pensabas que fueses capaz. ¡El corazón se dispara! El sabor de la victoria es delicioso.