Escape Room Virtual: ¿qué es y cómo funcionan?

escape room virtual

El mundo de las salas de escape ha crecido mucho en los últimos años. Cada vez ha ido ganando más adeptos y se han ido creando nuevas funcionalidades o variantes. Los orígenes de los escape room no incluían tantas posibilidades de juego, salas contiguas, pistas tan sofisticadas, etc. Ha sido un sector que ha evolucionado a la vez que ha ido ganando seguidores. Derivado de esta trayectoria surge el escape room virtual.

Especialmente a raíz del confinamiento, la idea del escape room virtual fue tomando fuerza. Al estar encerrados en casa y no poder salir a disfrutar de planes de ocio con amigos o familia, surgieron varias opciones para pdoer hacer un escape room online desde casa.

Cómo es un escape room virtual

Como es obvio, al estar en un emplazamiento, el movimiento, las salas y, en general, todo lo que tenga que ver con el tacto real, desaparece. Es decir, todo aquello que tenga que ver con abrir puertas, descifrar candados, quitar cuadros, etc. se sustituye por otro tipo de pistas.

En las salas de escape online se trata de averiguar un enigma o un misterio mediante juegos de lógica, cálculos, intuición, etc. Todo s puede realizar con conexión a internet, un ordenador o tablet y un papel y boli por si quieres apuntar algo.

En función del tipo de escape room virtual que se haya creado, habrá unos elementos u otros. Los más preparados suelen contar con vídeo explicativos que hacen que el jugador se implique más en la historia. Después, lo que suelen tener son varias pestañas a modo de «salas» virtuales en las que moverse. En ellas puede hacer pistas de diferentes maneras: con dibujos, fotografías, cálculos numéricos, jeroglíficos, etc. todo dependerá de la dificultad del juego y de cómo lo haya creado el desarrollador.

Este tipo de juegos permiten la participación de varios jugadores, aunque estén separados. Se pueden conectar entre sí a través de plataformas de vídeo-llamada para hacer un juego colaborativo, al igual que lo sería en vivo.

Esta variante es más tranquila y menos trepidante, pero es una buena forma de sustituir una sala real y «quitarse el gusanillo». El rato entretenido y el desarrollo de la mente están asegurados.