El Escape Room como terapia

El Escape Room como terapia: vivimos una época de estrés, de cambios en las rutinas, incertidumbre…por eso es conveniente despejar nuestra mente y buscar momentos de bienestar. En este punto, ¿sabías que los expertos cuentan que un Escape Room es perfecto para combatir la presión del día a día? Ahora que parece que poco a poco volvemos a la normalidad, qué mejor manera que haciéndonos una visita.

Escape Room como terapia perfecta

Como os contábamos en otros post, los juegos de escape han ido cobrando adeptos con el paso del tiempo a nivel internacional. De forma divertida ponemos a prueba todo nuestro ingenio para solucionar una serie de acertijos y salir con nuestro equipo en el menor tiempo posible. Indudablemente la psicología juega un papel destacado por encima de las habilidades físicas ya que son muchas las aptitudes que se desarrollan:

  • Ingenio. Es normal que después de las taras rutinarias del día a día quieras poner a prueba tus capacidades. Con esta actividad el ingenio alcanza sus cotas más altas para resolver el misterio.
  • Atención. La atención se multiplica cuando entras en la sala. Nadie quiere perder detalle, por eso, es clave estar atentos en las primeras pistas para no perder el hilo de la historia.
  • Memoria. Este es un factor clave. En el juego nos pedirán que recordemos pistas, claves, numeraciones, etc. Además, es importante que retengamos información de manera visual, así que puedes ir practicando en casa.
  • Pensamiento racional. Se trabaja la capacidad crítica y la razón. Es importante no dejarnos llevar por el nerviosismo.
  • Ingenuidad. En un juego de escape las cosas no son lo que parecen y, quizá, tengas la solución delante y ni te percates.
  • Paciencia. Los encargados de la sala nos ponen un tiempo fijado lo que supone una presión extra. Hay algunas pruebas en las que hay que poner los cinco sentidos y estos se agudizan (para ver pistas, sentir cambios de temperatura e incluso el olfato se activa).

Procesos psicológicos que intervienen

Y es que un juego de escape nos hace olvidarnos de lo que nos rodea y nos sumerge en un escenario alternativo, es una experiencia inmersiva al 100%. Todas las historias comienzan del mismo modo: nos encontramos encerrados en una habitación con un grupo de personas y ponen a nuestra disposición diferentes caminos para poder salir.  Para ello es muy importante confiar en nosotros mismos. Decía Vicent Lombardi que: “podemos conseguir muchas más cosas si no pensamos en ellas como imposibles”.

Esto nos ayudará no solo a mantener una actitud positiva ante el juego, además, tendremos unos niveles de felicidad óptimos ante el convencimiento de que somos capaces de lograrlo.

Además de la felicidad y las aptitudes nombradas anteriormente, en un Escape Room se ponen en marcha una serie de procesos psicológicos:

  • Nos ayuda a evadirnos de la rutina. Son muchos los que califican el Escape Room como terapia ya que nos ayuda a olvidarnos del día a día de una forma amena y diferente.
  • Se desarrolla la creatividad. Hay que buscar ideas, soluciones para resolver los enigmas y salir en el tiempo estipulado.
  • Incrementa la autoestima y confianza.